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Techmobility
Jun 23, 2025
‘Fiat lux!’ Es una expresión latina que significa «hágase la luz», y precisamente eso, traer luz, es lo que ha ocurrido con nuestra nueva paleta de colores de marca. El uso deliberado de la luz nos ha permitido crear una paleta coherente, predecible y, sobre todo, accesible.
En Cabify nos mueve una convicción: todo el mundo tiene derecho a moverse libremente por la ciudad. Por eso buscamos constantemente formas de mejorar la accesibilidad de nuestros productos y servicios. Esta nueva paleta de colores se suma a otras implementaciones, como el menú accesible de nuestra aplicación y las optimizaciones para VoiceOver y Talkback. Todos estos esfuerzos tienen como objetivo permitir que todo el mundo pueda moverse de forma independiente con Cabify.
La nueva paleta de colores forma parte de la evolución de la identidad visual de nuestra marca. Todo cambia, nada permanece —decía Heráclito— y nuestra marca también cambia. Sabemos que nuestra identidad visual tiene grandes fortalezas que podemos aprovechar mientras seguimos construyendo, iterando y mejorando. El color es un ejemplo de ello, junto con la ilustración y la tipografía.
Cabify es Moradul. Así es como llamamos al color de nuestra marca, y seguiremos haciéndolo. En una categoría como la del transporte compartido, donde los colores de las marcas están muy definidos, entendemos que consolidar nuestra identidad a través de un color reconocible es estratégico. Sin embargo, esto no significa que no se pueda refinar o ampliar para convertirlo en un sistema de apoyo. De hecho, eso es precisamente lo que hemos hecho.
Anteriormente, nuestro color de marca Moradul representaba el 50 % del uso, frente al 40 % del blanco y el 10 % de los colores de acento. En la nueva paleta, Moradul se amplía al 70 % para lograr una mayor presencia y reconocimiento de marca. Además, aunque Moradul permanece sin cambios, su gama de tonos mejora, volviéndose más cohesionada y accesible.
Además de reforzar Moradul, también hemos simplificado y refinado la estructura general de la paleta, reduciéndola de once a diez colores y eliminando tonos que ya no eran necesarios o cuyas funciones podían ser desempeñadas de forma más eficaz por otros colores. Algunos ejemplos son los tonos «neutros» o «piel», que resultaban redundantes en el nuevo sistema. Esta reducción no ha disminuido la expresividad; al contrario, hemos llenado los huecos en las rampas de colores de acento, mejorando la continuidad y la profundidad. La paleta es ahora más versátil y equilibrada, adecuada tanto para contextos de productos funcionales como para aplicaciones más expresivas, como las ilustraciones.
Otro ajuste significativo tiene que ver con la denominación de los tonos dentro de cada gama de colores. Anteriormente, utilizábamos una escala de 0 a 900 en incrementos de 100, más dos valores intermedios (50 y 850) que introducían complejidad sin una lógica clara. La nueva paleta adopta una estructura más sencilla y lógica: los tonos van de 0 a 100 en incrementos de 10. Esto hace que la paleta sea más fácil de leer y mantener, lo que permite un número más preciso de tonos en cada gama. Cabe destacar que el nuevo valor 0 ya no es blanco, sino el tono más brillante de cada color, lo que preserva su identidad cromática sin desaparecer por completo. Esta decisión refuerza la coherencia visual de toda la paleta y mejora su aplicabilidad en las interfaces, donde los tonos más claros siguen siendo funcionales sin perder su carácter cromático. Esta lógica se aplica ahora de manera uniforme a todos los colores de la paleta, incluidos los colores de acento que antes carecían de rampas de tonos completas.
Nuestra paleta anterior dejaba margen para mejorar la consistencia de los tonos en su escala cromática. Afortunadamente, un nuevo espacio de color nos permite representar nuestra paleta de forma más eficaz y más cercana a la percepción visual humana. Hemos pasado de HSL a OKLCH, un espacio diseñado en torno a la percepción visual humana. A diferencia de HSL, que tiende a producir un contraste y una armonía impredecibles, OKLCH facilita rampas de color más estables y consistentes, gracias a su estructura basada en la luminancia (L), el croma (C) y el tono (H). Este nuevo enfoque nos permitió diseñar una paleta más accesible, coherente y escalable, en la que el comportamiento del color es predecible y el contraste es una decisión de diseño en lugar de un proceso de prueba y error.
Nuestro proceso comenzó definiendo la rampa de Moradul, fijando el color de nuestra marca en M60 (antes M600). Utilizamos el plugin Color Ramp Generator para crear una base de trabajo inicial. Después de establecer nuestra rampa de colores primarios, identificamos su curva de luz y la replicamos en otros colores utilizando Primer Prism, asegurando un comportamiento coherente.
A continuación, refinamos los contrastes entre tonos para que fueran uniformes y predecibles, utilizando Huetone, una herramienta que mide los valores de contraste WCAG y APCA en los tonos de la paleta. Tras este refinamiento, creamos una biblioteca con variables en Figma, lo que permitió a nuestros distintos departamentos de diseño utilizar la paleta de forma eficaz.
La paleta mejora significativamente todos los puntos de contacto relacionados con el color, especialmente en los productos digitales. Su uso predecible nos permite anticipar las interacciones entre colores, lo que nos permite un uso coherente del color en los componentes de nuestro sistema de diseño y alcanzar nuestros objetivos de accesibilidad. Por ejemplo, cada tono del 0 al 50 garantiza un contraste mínimo de 4,5:1 sobre el negro, y los tonos del 60 al 100 proporcionan un contraste mínimo de 4,5:1 sobre el blanco, independientemente del color. También podemos comprender cómo se comportan los cambios de tono entre ellos, lo que nos permite determinar que los cambios de 40 puntos entre tonos alcanzan una relación de contraste de 4,0:1, los cambios de 50 puntos alcanzan una relación de contraste de 5,9:1 y los cambios de 60 puntos alcanzan una relación de contraste de 7,6:1. Esto se aplica independientemente del color: ya sea moradul, rojo, verde o cualquier otro color de la paleta, incluso para colores futuros que queramos añadir.
Actualmente existe un debate sobre qué estándares de accesibilidad deben guiar el diseño de productos digitales: si continuar adhiriéndose a los criterios actuales (WCAG 2.1) o anticiparse al futuro adoptando APCA, el nuevo modelo propuesto. En nuestro caso, hemos optado por un enfoque pragmático pero ambicioso: cumplir con los requisitos actuales, garantizando la accesibilidad inmediata, mientras diseñamos con la mirada puesta en el futuro. Así, la nueva paleta no solo responde a las necesidades actuales, sino que también está preparada para adaptarse cuando se establezca la próxima norma.
Aunque la accesibilidad digital fue el punto de partida, la nueva paleta va más allá de las pantallas. La marca Cabify también se expresa físicamente en vinilos para vehículos, materiales impresos y otros medios en los que el color desempeña un papel fundamental. Por ello, desde el principio nos aseguramos de que la traducción del color a los entornos impresos fuera fiable.
Mantuvimos la identidad y la coherencia de los colores clave en CMYK y Pantone (Moradul M60 corresponde a Pantone 266C), probando el rendimiento en materiales reales. Esto garantiza que la fuerza y la personalidad de Moradul se mantengan constantes, tanto si se muestra en la aplicación como en elementos físicos como el exterior de los vehículos, algo esencial para construir una marca reconocible, sólida y memorable.
La evolución de nuestra paleta de colores no fue meramente estética, sino estratégica, profundamente vinculada a nuestra filosofía de diseño: el diseño como herramienta al servicio de las personas.
Hoy en día, contamos con una paleta robusta, medible y escalable que mejora la experiencia de los usuarios con Cabify en los ámbitos digital y físico. Basada en la luz, esta paleta mejora todos los puntos de contacto de la marca. La accesibilidad no limita la creatividad, sino que la amplifica. Cuando la accesibilidad es fundamental, el diseño no solo mejora, sino que se transforma.
La nueva paleta se implementará progresivamente en colaboración con los equipos de tecnología, marketing y comunicación, garantizando que cada tono contribuya a crear experiencias más claras, inclusivas y reconocibles.
Cuando el diseño se hace bien, se vuelve invisible, pero su impacto se nota claramente.
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