Evolucionar nuestra marca es un reto que hemos asumido con muchísimo entusiasmo desde el primer momento. Todo el proceso ha sido dirigido y desarrollado desde nuestro equipo, apostando por nuestro talento interno. Para el reposicionamiento de la marca, hemos contado con la ayuda de la consultora estratégica BrandFor. Junto a ellos, hemos definido que nuestra evolución debía construirse sobre cuatro valores: vitalidad, talento, impacto e inspiración.

La identidad verbal y visual ha sido desarrollada íntegramente por nuestros equipos de contenido y diseño. En los últimos meses hemos trabajado en evolucionar los principales elementos de la marca: logotipo, tipografía, color, iconografía, ilustración, fotografía, animación y tono de voz. Y todo con un reto: consolidar todo lo que hemos logrado hasta ahora y, a su vez, reflejar a dónde queremos llegar: ser una marca sólida capaz de mejorar la movilidad en la ciudad.

La ciudad es la clave de nuestra nueva línea. Más humana y más cercana. Que convierte a los usuarios en protagonistas y a la calle en nuestro escenario principal. ¿El objetivo? Ganar claridad, sencillez y cercanía. En esta evolución creamos un sistema común para todos nuestros productos, comunicaciones y mercados. Así podemos garantizar que todos los canales comparten los mismos elementos visuales y que ofrecen una experiencia de usuario coherente en todos nuestros puntos de contacto, de la primera a la última ciudad.

Nuestro sistema de marca es como nosotros: vital y dinámico. Evoluciona con las ciudades y sus gentes y, por ello, es escalable (sin perder fuerza aunque se varíe de formato), claro, accesible y flexible. Y se mueve para no quedarse atrás en un mundo en constante cambio.