5 Ventajas de compartir coche para ir a trabajar
La lucha contra el cambio climático exige encontrar la manera de reducir nuestras emisiones de CO₂. Y compartir coche para ir al trabajo es una de las acciones más sencillas que, tanto las empresas como los empleados, pueden realizar para ser más sostenibles.
De hecho, muchas veces es complicado utilizar un método de transporte que no sea el coche privado para ir a trabajar. Si el transporte público no ofrece una buena conexión para llegar a la empresa, puede resultar imposible utilizar cualquier medio de transporte de este tipo.
Y la posibilidad de ir a pie, en bici u otro tipo de vehículo de movilidad personal (como patinetes eléctricos) depende de la distancia que haya que recorrer y de la localización del puesto de trabajo. Y también del tiempo.
Por lo tanto, cuando no existe más opción que coger el coche, lo mejor es hacerlo de la manera más sostenible. Y en este caso, es fomentar el uso del coche compartido entre los empleados.
Además, compartir coche para ir a trabajar ofrece muchas ventajas para la empresa y sus trabajadores. ¿Quieres descubrirlas?
Fomenta el uso del coche compartido entre tus empleados
El uso del coche privado es responsable de casi la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero que provienen del transporte. Y según un estudio de la OCU, un 47% de españoles lo utilizan a diario para ir a trabajar cuando el trayecto es de más de 3 km.
Por lo tanto, está claro que las empresas pueden contribuir a reducir las emisiones de CO₂ si facilitan a sus empleados que compartan el coche. Si varios empleados cogen el mismo para ir al trabajo, optimizarán su uso y reducirán sus emisiones mientras ahorran en el gasto de carburante.
De esta manera, hay menos vehículos en circulación y, en consecuencia, disminuyen las emisiones de CO₂ y la huella de carbono de la empresa (y los trabajadores). Sin embargo, compartir coche puede entenderse de diferentes formas.
¿Qué opciones existen para compartir coche?
Aunque se utilice la expresión “compartir coche”, es importante diferenciar si se comparte el vehículo o el trayecto. Ya que en función de esto se distinguen 2 modalidades.
Compartir vehículo: Carsharing
Hace referencia a compartir un vehículo entre varias personas. Es decir, el coche se utiliza para ir a un sitio y se paga el servicio. Un ejemplo de carsharing es Cabify, donde tú solicitas un viaje y un conductor te recoge. Una vez finalizado tu trayecto, el conductor va a recoger a otra persona que ha solicitado otro viaje. Así, se comparte el coche pero no el viaje.
Compartir un trayecto: Carpooling.
Hace referencia a compartir un trayecto entre varias personas. De manera que los gastos del viaje se comparten entre todos. Un ejemplo de carpooling es que te pongas de acuerdo con tus compañeros para compartir uno de vuestros coches e ir juntos al trabajo.
Así, en función del tamaño de tu empresa, la localización y tus empleados, puedes fomentar la modalidad de uso compartido más adecuada (o las 2). En cualquier caso, consigues reducir las emisiones de CO₂ y que la movilidad en tu empresa sea más sostenible.
Beneficios de compartir coche para ir a trabajar
Pero compartir coche no solo reduce la huella de carbono, también es beneficioso para tu empresa, para tus empleados y para el planeta:
1. Disminuye el tráfico
Cuantas más personas comparten coche, menos vehículos hay en circulación. Por lo tanto, hay menos atascos y los desplazamientos son más rápidos. Así, tus empleados pierden menos tiempo en su trayecto hasta el trabajo.
Además, disminuye la contaminación acústica y del aire (sobre todo en las ciudades y sus alrededores) y reduce el número de accidentes.
2. Más sitios libres para aparcar en tu empresa
Si hay menos coches, entonces hay más plazas de aparcamiento libres. Esto significa un ahorro muy importante de tiempo y de estrés para tus empleados, ya que pueden estacionar sin problemas. A la vez que reduce el número de plazas de parking necesarias en tus instalaciones.
3. Ahorro para tus empleados y para ti
Los empleados que comparten coche, también comparten los gastos del transporte. Y la empresa puede disminuir el uso de coches corporativos (incluso eliminarlos). Además, el suelo que no se utiliza para parking puede destinarse para otros fines más productivos.
4. Mejora la salud
Con menos coches en circulación, se reducen las emisiones de gases contaminantes y perjudiciales para la salud. Así como el estrés y la ansiedad que se generan durante los atascos y por no encontrar sitio para aparcar.
5. Fomenta el compañerismo
Realizar los trayectos al trabajo en coche compartido permite que tus empleados se conozcan mejor. Lo que facilita y potencia el trabajo en equipo.
Por lo tanto, compartir coche es una manera más sostenible de ir a trabajar que permite reducir las emisiones de CO₂ de tu empresa y de tus empleados.