La agenda empresarial del presente ha de ser sostenible e igualitaria
Forética, representante del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) en España y líder del Consejo Empresarial Español para el Desarrollo Sostenible, acaba de presentar el gran informe de las tendencias y claves sostenibles que marcarán (o deberían marcar) las agendas de las empresas en 2022.
El estudio apunta tres claves para la agenda empresarial de sostenibilidad:
- Generar confianza
Trabajar para volver a ser creíbles creando un contexto de tranquilidad y seguridad, será fundamental en los Consejos de Administración en cuanto a su compromiso con la sostenibilidad. Según el Barómetro de Edelman de 2022 (que Forética utiliza entre sus fuentes), tanto los gobiernos como los medios de comunicación y las empresas han perdido la confianza de sus ciudadanos, clientes y grupos de interés, para lo que es primordial “transmitir una visión empresarial compartida de las palancas necesarias para acelerar la transformación hacia la sostenibilidad”. - La primacía de los riesgos climáticos
No se actúa (ni a nivel gubernamental ni a nivel empresarial) con la suficiente contundencia en la lucha contra el cambio climático. Las empresas tienen que pasar a la acción asentando “los compromisos Net Zero, incorporando la cadena de valor; la aceleración de la transformación de las operaciones empresariales hacia la economía circular y el mayor énfasis en la medición y transparencia del impacto empresarial en la naturaleza encabezarán la agenda corporativa”. - Transición justa
“La desigualdad y la desafección aumenta el riesgo de polarización en las sociedades”: la agenda empresarial sostenible ha de fomentar la diversidad, prestar atención a la salud y bienestar de sus equipos y apoyar la empleabilidad.
Pero, ¿cómo aplicarlo de manera práctica y eficaz? Sosteniendo la agenda en tres grandes pilares: medioambiental (E), responsabilidad social (S) y gobernanza (G).
Un ejemplo es la tecnológica Indra, que recibió en 2021 la mayor puntuación global en el Dow Jones Sustainability Index World (DJSI), índice que premia a las agendas verdes: la compañía lidera su sector en la dimensión social y también en la de gobernanza. Obtuvo la máxima calificación de Dow Jones en siete criterios: gestión de la innovación, protección de la privacidad, reporte social y medioambiental, prácticas laborales, relaciones institucionales y estrategia fiscal.
Medioambiental (E)
Ante el último informe del IPCC (Panel Intergubernamental para la Lucha Contra el Cambio Climático) sobre la crisis climática en el que el leitmotiv es “ahora o nunca”, cabe preguntarse qué acciones han de tomar las empresas y cómo transformará este mensaje las agendas del sector privado.
Las agendas tienen que modificarse y colocar la sostenibilidad en el centro absoluto de acción; también, cambiar la forma en la que la empresa se relaciona con sus grupos de interés. Para ello, Forética señala cuatro retos:
- Analizar y contribuir a una transición ordenada.
- Aterrizar e integrar de manera rigurosa los compromisos Net Zero en todo su alcance y profundidad (consideración de los Gases de Efecto Invernadero -GEI- y los criterios de neutralización y compensación de emisiones).
- Ampliar el enfoque haciéndolo más circular, generando entornos neutros en cuanto a recursos naturales y apostar por ciudades sostenibles.
- Asumir que la economía y el desarrollo necesitan a la naturaleza y no al revés para, a partir de ahí, establecer relaciones más sanas y sostenibles entre ambos (y monitorizar los impactos).
Es el caso de OHLA, empresa que está avanzando en la senda adecuada reorientando su hoja de ruta. Este grupo global de infraestructuras, con más de 110 años de historia, no sólo ha cambiado de nombre, sino su manera de ver y de hacer las cosas. Así, la responsable de Sostenibilidad de la compañía, Beatriz Rubio, confiesa que desde OHLA se ha empezado una nueva etapa mirando al futuro con optimismo e ilusión. Opina que es una cuestión ineludible el acelerar la acción empresarial hacia la sostenibilidad y buscar, para ello, sinergias y alianzas con otras empresas que provoquen cambios visibles en la sociedad: “Las empresas no podemos ponernos de perfil. Tenemos el deber de proponer, compartir y movilizar mecanismos concretos que faciliten el desarrollo y diseño de propuestas y soluciones que puedan ser integradas en los modelos de negocio y estrategias, para así poder garantizar el éxito de nuestros compromisos”. Nuestro sueño, como empresa, siempre ha sido contribuir al progreso con infraestructuras resilientes y perdurables que mejoren la vida de las personas y hagan del planeta un lugar mejor, y, sin lugar a duda, estamos preparados para construir ese futuro”.
La acción se refleja con hechos. Claro ejemplo de ello son los pasos positivos que ha dado la compañía con el lanzamiento de su nuevo Plan de Sostenibilidad 2022-2024, que define una hoja de ruta basada en tres prioridades estratégicas (Negocio sostenible, Gestión responsable y Progreso social) y que propone acciones concretas en el día a día del negocio.
Como ejemplos tangibles de sus avances enmarcados en dicho Plan, OHLA trabaja en impulsar la progresiva descarbonización de su actividad con el reto de Ser Net Zero 2030-2050 y el objetivo de reducción de la intensidad de sus emisiones de alcance 1 y 2 en un 40% en 2024. Asimismo, la compañía sostiene que el impulso e implantación de proyectos de innovación y transformación es una herramienta primordial para alcanzar la sostenibilidad del negocio y, por ello, entre otras actuaciones, el 100% proyectos digitalización tendrán indicadores ESG. Otro ejemplo, enmarcado en el compromiso de promover la igualdad de oportunidades, es el objetivo establecido por la compañía de reducir su brecha salarial al 15%.
En definitiva, OHLA asume su papel en la transición hacia un mundo más sostenible con un propósito claro, una estrategia coherente y una visión a largo plazo.
Cuestión social (S):
Las empresas han de funcionar como catalizadores de la acción a la hora de contribuir a una transformación social sostenible y el cierre de las brechas de desigualdad.
- Ampliando y profundizando en salud y sostenibilidad:
Los modelos tradicionales, basados en la prevención de riesgos laborales, están obsoletos: las agendas han de adaptar una concepción más holística que integre tanto la salud como el bienestar y la sostenibilidad, haciendo especial énfasis en la salud mental y siendo conscientes de las consecuencias del cambio climático en la salud. “También veremos el desarrollo de marcos de medición e indicadores con la que apoyar las actuaciones empresariales y la rendición de cuentas en estos aspectos”. - Talento y empleo:
Se augura (según datos de World Business Council for Sustainable Development) que el 30% de los empleos hasta 2030 están en riesgo alto de transformación por la automatización, que 83 millones de puestos de trabajos desaparecerán hasta 2025 y que se crearán 97 millones hasta ese mismo año. En este contexto de cambio, la empresa debe apostar por un talento más crítico y exigente con las condiciones laborales, de conciliación... ¿Cómo acercarse a las demandas y necesidades de los trabajadores para construir organizaciones más atractivas para el nuevo talento? ¿Cómo dar voz a las iniciativas empresariales vinculadas al empleo verde? ¿Cómo dar respuesta empresarial al futuro del trabajo y la perspectiva de los más vulnerables? - Transformación social y desigualdad:
“Se ha activado lo que han denominado 'Business Commision to Tackle Inequality' una iniciativa pionera, a la que Forética va a sumarse en 2022, y que tiene como objetivo fundamental situar la lucha contra la desigualdad sistémica en el centro de la estrategia empresarial para un desarrollo sostenible”.
Un claro ejemplo es SAP, la multinacional dedicada al diseño de productos informáticos de gestión empresarial. La compañía diseñó hace ya un año, todo un programa para priorizar la salud física y mental de los empleados centrado en tres 'M': Multistakeholder (tanto empleados como consumidores son importantes), Multisectorial (involucra a todos los sectores y marcas, independiente de los productos o servicios ofrecidos), Multidimensional (contempla la dimensión emocional, financiera, ambienta, social, entre otras).
Desde SAP apuestan porque sus asociados “escuchen, aprendan y confíen” en sus empleados; establecer una cultura DEI (diversidad, equidad e inclusión) sólida y sostenible; resiliencia en la trayectoria profesional, respondiendo a preguntas como “¿está creando un entorno que fomente el aprendizaje, al creatividad y la colaboración continua? ¿Está su busca de posibles interrupciones en el futuro, como el impacto duradero de la pandemia en la salud mental?”.
Gobernanza sostenible (G):
En el informe se presentan tres desarrollos de alto impacto en esta materia. El primero es la llamada “entropía sostenible”, que tiene que ver con organizar y buscar puntos de convergencia en la infinidad de regulaciones sostenibles de jurisdicciones, reguladores, supervisores y compañías; se trata de buscar el máximo común divisor y actuar en coherencia.
El segundo, la redefinición de las cadenas de suministro, actualmente tensionadas: “durante la próxima década una compañía media debe esperar soportar pérdidas equivalentes al 40% de su beneficio operativo, como consecuencias de disrupciones en su cadena de suministro, siendo los fenómenos climáticos uno de los elementos de mayor riesgo”.
Y, por último, la vulnerabilidad sistémica, ante un contexto de estupefacción por los últimos eventos climáticos y también sociopolíticos. El informe de Forética lanza la gran pregunta: “¿están preparadas las empresas para afrontar un número creciente de riesgos ESG?” La respuesta es demoledora: “Tan solo el 12% de las más de 7000 compañías evaluadas son capaces de identificar riesgos que sean crecientes, que tengan un impacto significativo y que sean específicos. Estas son, precisamente, las características típicas de una buena parte de los riesgos ESG, especialmente aquellos de naturaleza ambiental”.
La gran tecnológica de los viajes, Amadeus, es un claro ejemplo de eficacia y buena praxis en cuanto a su Gobernanza. No es baladí que en 2019 recibiese el premio Manuel Olivencia por sus buenas prácticas en gobierno corporativo. El objeto del programa de gobernanza de Amadeus es “el compromiso con los principios éticos, el buen gobierno y la transparencia, y está diseñado para contribuir al logro de los objetivos generales de la compañía y para proteger los intereses de los accionistas”.
En la gestión de Amadeus son varios los factores que se entremezclan de manera eficaz: la proporción de consejeros independientes, la posibilidad de reelegir a los consejos con carácter anual, la transparencia de su política de selección, la cualificación técnica y experiencia profesional de sus consejeros, y el impulso a la diversidad de perfiles entre ellos. También ha destacado su transparencia en materia retributiva y sus prácticas de implicación con los inversores.
De manera pública, Amadeus expone en diversos informes anuales toda su estrategia y los objetivos alcanzados. Destacamos, por ejemplo, su Información no financiera en la que exponen, entre otras cuestiones, la contribución de Amadeus a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la estrategia para recuperar la confianza del viajero (de sus clientes), la tecnología y la innovación como bases para impulsar su crecimiento, así como un exhaustivo apartado sobre la gestión de riesgos en la empresa. Un caso de estudio sobre cómo la previsión y la información son claves en la gobernanza para asegurar la resiliencia y la adaptación de la empresa ante las consecuencias de la crisis climática.
Un apunte de utilidad para las empresas de lengua española: desde el pasado 5 de abril, las compañías cuentan con una herramienta en español para acelerar la acción empresarial en materia de gobernanza, dentro de los criterios de sostenibilidad ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno). Este instrumento, creado por el Pacto Mundial de las Naciones Unidas España, se publica “con el objetivo de crear un ecosistema empresarial íntegro, inclusivo y responsable, el Pacto Mundial ofrece este recurso en español en abierto para todas las empresas, independientemente de que pertenezcan o no a la iniciativa”.
En definitiva, la crisis climática y las previsiones que auguran fenómenos e impactos irreversibles obligan a la empresa a actuar, a adaptarse, a ser previsora y a diseñar una agenda empresarial sostenible y transversal. Germán Granda, Director de Forética, declaraba en la presentación del estudio que “los retos en sostenibilidad pasan también por la definición del propósito, la financiación, la gobernanza y gestión interna, la resiliencia y las oportunidades que podemos encontrar”. La sostenibilidad tiene que estar presente en todos los procesos y ámbitos de la empresa; la sostenibilidad implica no dejar a nadie atrás.