¿Será el taxi eléctrico el futuro del transporte en Santiago de Chile?
Sergio Rivero lleva casi diez años recorriendo las calles de Santiago de Chile en su taxi. Hace un tiempo, Cabify le brindó la oportunidad de probar, durante un par de meses, un Hyundai IONIQ. Y desde el instante en que arrancó el motor por primera vez, Rivero supo que su futuro sería eléctrico o no sería. “¡Me quedé encantado! El auto tiene una tecnología enorme y me ha cambiado la vida por la manera de conducir y por su buena autonomía”, comenta entusiasmado por vía telefónica.
Una vez con el caramelo en la boca (un caramelo potente, silencioso y con gran autonomía), puso rumbo hacia su nuevo destino: jubilar su antiguo Kia Cerato y ahorrar para cambiarlo por un vehículo eléctrico.
Cabify cumplía así su objetivo de poner el foco en la sostenibilidad desde el conocimiento de sus propios conductores, animando a estos a adscribirse al programa Mi Taxi Eléctrico, una iniciativa del Ministerio de Energía chileno implementado por la Agencia de Sostenibilidad Energética que “busca potenciar la electromovilidad en el segmento del transporte liviano a través del recambio de vehículos a combustión interna por tecnología 100% eléctrica”.
Para entrar a formar parte del programa, Rivero cuenta que hay que cumplir tres requisitos básicos: “ser taxista, ser propietario y tener los recursos necesarios”. El Ministerio de Transporte subvenciona con 8 millones de pesos chilenos (8.750 €) y la instalación de un sistema de carga en el propio hogar del taxista y éste ha de proporcionar los 14 millones restantes (15.300 €), bien a través de un préstamo, bien de manera directa (como, por suerte, pudo hacer Sergio Rivero).
Así, la historia de este taxista continúa entre tecnología, clientes satisfechos que incluso piden hacerse fotografías con el auto eléctrico, y una labor de concienciación con el resto de sus compañeros taxistas: “al principio, el gremio era reacio a este cambio; pero ahora, muchos compañeros al escucharnos hablar del ahorro y de las comodidades del eléctrico, están empezando a interesarse por el programa”.
La transición hacia el transporte eléctrico
Cabe destacar que Mi Taxi Eléctrico inició su andadura con una flota de 50 coches eléctricos y se encuentra en plena segunda fase, poniendo 150 nuevos eléctricos a disposición de los chóferes que cumplan los requisitos.
Parte de su éxito, tiene que ver con el ahorro, tal y como apunta Rivero: “solía gastar unos 20 mil pesos chilenos diarios (unos 22 euros) en combustible y ahora el consumo de energía me sale a unos 5000 diarios (5 euros)”. Pero también con la ergonomía y la tecnología del vehículo: “noto una gran diferencia al conducir porque es un coche potente, automático y de gran tecnología, ¡llevo cuatro meses conduciéndolo y cada día aprendo algo nuevo!”, comenta Rivero.
Sergio Rivero apunta a la necesidad de mejorar los puntos de carga de los vehículos en Chile, ya que, considera, hay pocas electrolineras. Actualmente, gracias al sistema de carga en el hogar que proporciona el Ministerio, puede cargar el coche al máximo durante unas seis horas y, así, cuenta con unos 400 km de autonomía. La otra opción es cargarlo en un enchufe casero (poco efectivo, ya que puede suponer unas 24 horas de carga) o en esas electrolineras que motean el paisaje chileno.
En todo caso, el vehículo eléctrico ha llegado a Chile para quedarse. Y el Gobierno avanza firme hacia este objetivo. Así, hace un mes, publicaba la Estrategia Nacional de Electromovilidad, entre cuyas medidas destaca que, a partir de 2035 solo se venderán vehículos eléctricos en el país.
“Entre las acciones concretas para acelerar los avances hacia vehículos más eficientes, no contaminantes y que permitan alcanzar la carbono neutralidad en el 2050, establecimos que en el 2035, el 100% de las ventas de los vehículos livianos, medianos y de transporte público (buses, taxis y colectivos), y que la maquinaria de gran tamaño sean cero emisiones”, destacó en la presentación el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet.
Otra de las acciones, precisamente, tiene que ver con la creación de una App, EcoCarga, que geolocaliza las estaciones de carga públicas disponibles en todo el país, así como indica el tiempo que tarda cada cargador en realizar el 80% de carga de la batería según la marca.
Pequeñas acciones, grandes planes y un gremio (el de los conductores) que ya optan por el vehículo eléctrico para su día a día: “Nosotros (los taxistas) estamos muy contentos; pero más, los usuarios, porque entran en un vehículo silencioso y ecológico, que no contamina”, remata Rivero. Y así, Chile apuesta todo al verde.