Llegar en tren de alta velocidad y tener que esperar para encontrar un coche a la salida de Sants
¿Te suena de algo?
Recorrer en menos de tres horas 600 kilómetros pero tardar más de media hora en avanzar en una cola de 50 metros para poder coger un taxi. Intentar llegar a tiempo a una reunión importante pero esperar 15 minutos para un VTC. Estar a punto de perder un tren porque no hay coches disponibles para llegar hasta la estación. ¿Te suena? A nosotros también, pero la normativa no nos deja darte el servicio que te mereces.
¿Qué está pasando en Barcelona?
A diario circulan cerca de un millón de vehículos por Barcelona, lo que no solo implica una considerable congestión de la ciudad y su área metropolitana, sino que también provoca atascos y contaminación (medioambiental y acústica), lo que afecta a la salud de los ciudadanos y a la mala calidad del aire que respiramos. A esta situación, se suma que el volumen de visitantes de la ciudad no para de subir: durante 2023, más de 26 millones de turistas eligieron el destino Barcelona y durante el pasado mes de febrero se registraron cifras récord: 892.000 turistas se alojaron en la ciudad sumando 2,7 millones de pernoctaciones, un 14% más que en 2019. La celebración de eventos culturales, deportivos y de grandes acontecimientos profesionales, como el Mobile, impulsaron las cifras, las más altas para este mes desde que hay registros.
En 2023 y 2024, durante el Mobile Congress, la ciudad no tuvo otro remedio que cerrar un acuerdo excepcional que permitió operar a VTC tanto de Cataluña como del resto de España sin restricciones, pero no fue más que un parche puntual que duró apenas dos semanas, ya que durante este año el problema para acceder a una alternativa de movilidad ha vuelto a repetirse. Una vez finalizado este evento internacional, Barcelona tiene por delante citas tan destacadas como el Primavera Sound, la Copa América o el Gran Premio de Fórmula 1. Estos eventos, junto a otros festivales, ferias, congresos, eventos deportivos o conciertos, y la actividad ordinaria de la ciudad, pueden provocar un colapso de la movilidad que no beneficia a nadie.
Durante algunos momentos donde se disparan las peticiones por eventos, llegadas de vuelos, trenes o cruceros, Cabify no está siendo capaz de dar servicio a la mitad de las peticiones de viajes de sus usuarios en Barcelona. De media, en lo que va de año, la compañía de movilidad no ha podido cubrir cerca del 30% de las peticiones de viajes en Barcelona.
Esto supone un grave problema para los ciudadanos y usuarios de la app, que no encuentran un vehículo cuando lo necesitan, o que deben esperar largos periodos de tiempo y que en muchas ocasiones denuncian que tampoco son capaces de encontrar un taxi que les lleve a donde necesitan.
Muy pocas VTC y menos taxis que en 1980
En Barcelona y su área metropolitana, el número de taxis (unos 10.500) se ha mantenido prácticamente inamovible desde hace más de 40 años; de hecho, se ha reducido. Según datos del IMET, en 2024 hay menos licencias de taxi que en 1980. En estos 45 años, la población de Barcelona y su área metropolitana ha crecido y sus residentes han ganado poder adquisitivo, lo que ha provocado un incremento de desplazamientos discrecionales en vehículos con conductor por ocio, compras o viajes, entre otros. A todo ello hay que sumar el incremento del número de vuelos, trenes y cruceros, que ha llevado a multiplicar el número de turistas de la ciudad por 6 en este periodo.
A esta escasez de taxis se suma otra problemática. El sector VTC no puede operar con normalidad en este territorio debido a las últimas regulaciones impulsadas por las administraciones públicas en Cataluña y el área metropolitana de Barcelona. Esto supone que, aunque existen miles de licencias VTC en Cataluña, el número que opera realmente es muy inferior.
Los ciudadanos y visitantes, grandes damnificados
Todo esto se traduce en colas interminables al salir de la estación, colapsos de movilidad que afectan al día a día de quienes viven en Barcelona y visitan la ciudad, un aumento del uso de coches privados congestionando las ciudades o la desesperación de todos los que no pueden acceder a un taxi o una VTC cuando lo necesitan.
Actualmente, los tiempos de espera para poder acceder a una alternativa de transporte discrecional para los ciudadanos de Barcelona es un 20% superior que en otras ciudades de España. Todos estos problemas provocan que muchos residentes decidan optar por otros medios de transporte, como sus coches particulares. La escasez de taxis y VTC provoca, además, que se resienta el servicio que se presta a los residentes y visitantes de la ciudad. En paralelo, crecen las quejas de los residentes que deciden optar por el taxi en Barcelona, y también en otras zonas de Cataluña.
¿Por qué estamos aquí?
Hemos convocado la primera manifestación de maletas de la historia en la estación de Sants para visibilizar los problemas de movilidad a los que se enfrentan los habitantes y visitantes de la ciudad, especialmente a la hora de elegir para sus desplazamientos la opción de arrendamiento de un vehículo con conductor (VTC o taxi).
Antes de que siga incrementándose este problema, queremos hacer un llamamiento a las instituciones catalanas para buscar de manera conjunta soluciones que mejoren la forma de desplazarse de ciudadanos y visitantes de la ciudad, evitando que deban optar por alternativas que supongan un incremento de coches particulares, con las negativas consecuencias que ello tendría.
Estamos aquí para abogar por la movilidad de Barcelona y sus habitantes, aunque la normativa actual no nos deje darles el servicio que se merecen.