Rodolfo Lissia: “La economía circular es una enorme oportunidad de negocio”
Rodolfo Lissia (Bolonia, 1984), líder de equipo en consultoría de innovación de Mind the Bridge, reputada consultora y colaboradora de la Comisión Europea en el monitoreo de las startups del viejo continente, cree en un futuro donde los pronombres posesivos han pasado a mejor vida. La economía circular, el modelo económico basado en intentar que todos los sectores productivos actúen como una única anatomía para maximizar la reutilización y minimizar los desechos, es la principal impulsora de ese horizonte. Lissia explica a Cabify cuáles son las tremendas oportunidades de negocio y también los obstáculos en el camino para que se hagan realidad.
¿Dónde estamos ahora mismo en la economía circular?
Creo que, ahora mismo, con la importancia del cambio climático y la sostenibilidad, el modelo de economía circular ha sido más y más estudiado y tomado como una posible manera de hacer negocios.
La realidad es que, ahora mismo, se estima que solo se está usando un 10% del potencial que tendría la Economía Circular, así que tenemos un inmenso margen para hacer más.
La otra cara de la moneda, como decía, es que debido al interés creciente en la economía circular, cada vez se están realizando más ejemplos y más acciones, tanto desde una perspectiva privada como desde la pública. Por ejemplo, el otro día me leí que la inversión privada en economía circular se había multiplicado por 10 y probablemente ahora estemos en un crecimiento aún mayor.
Pero hay que entender que la economía circular no es solo una cuestión de marketing, de imagen. Es una enorme oportunidad de negocio.
10% del potencial es lo que hemos logrado hasta ahora. ¿Cuáles son los mayores obstáculos para que este número aún sea tan bajo, máxime cuando hay una oportunidad de negocio detrás?
Por supuesto, es una suma de factores. Por un lado, está la variable política, por ejemplo en asuntos como el tratamiento de residuos, si no hay una legislatura clara, eso puede complicar la conexión entre actores que podrían aplicar una visión de economía circular a sus negocios. Por supuesto, el coste, no solo en capital sino en conocimiento, porque hablamos de una nueva manera de hacer negocios. Por eso es tan importante el papel de los innovadores que muestran el camino y lo que podría conseguirse con este modelo.
¿Cuál es esa gran oportunidad de negocio de la Economía Circular? ¿Qué implica?
Hay que entender que la economía circular es una nueva manera de hacer negocio y que esto implica diversos aspectos. Uno es reducir los deshechos, es uno de los cinco pilares de la economía circular, y es uno de los más fáciles de entender dónde está el beneficio, porque si reduces los deshechos de tu actividad, es obvio que eres más eficiente. Otro, el crecimiento de las plataformas de compartir que crean de por sí nuevos mercados. Por ejemplo, el residuo de una industria se convierte en la materia prima de otra. En términos de la macroeconomía, todos estos avances provocan directamente que crezca el producto interior bruto, porque crean nuevas empresas y nuevos trabajos. Me estaba leyendo un informe, creo que sobre Dinamarca, que decía que la economía circular contaba como el 2% de su GDP. Y eso es mucho, mucho dinero. Y es una demostración de que no es solo bueno para el medioambiente, sino también para la economía.
¿Cuál es el papel que Europa está jugando en este nuevo paradigma?
Europa se está convirtiendo, probablemente, en el líder mundial de todo lo que tiene que ver con las tecnologías verdes y sostenibilidad. Y esto significa que es también la líder en economía circular. Una de las últimas acciones clave que ha tomado la Unión Europea es propulsar una transparencia total en la taxonomía que se está desarrollando —toda la terminología de conceptos asociados a la Economía circular, que incluyen como elementos clave la forma en la que se mide su beneficio—. Esto es esencial porque es muy difícil categorizar cosas bajo los términos “sostenibilidad” o “economía circular”. Tener una taxonomía común que todo el mundo entienda y con la que estén de acuerdo, es muy importante tanto para el sector privado como el público.
¿Qué papel jugará la capacidad de medir con precisión los beneficios de este modelo? Porque está claro que cada vez que hacemos un cambio que creemos que es a mejor para el medioambiente, cuando se lo somete a un escrutinio más detallado, la cuestión se complica. Así que para confiar en la economía circular se necesitan datos rotundos que la avalen.
Absolutamente, cien por cien de acuerdo. Encontrar y poder medir esas variables es clave. A veces es muy difícil predecir los cambios que un modelo o una nueva forma de trabajar tendrán sobre el estatus quo. Pero al menos estar de acuerdo en los conceptos de los que estamos hablando, en el significado de las palabras, ese es el primer paso para movernos en esa dirección. Por eso la taxonomía es tan importante. Pero una vez la tengamos, espero que el mercado dé con una manera de medir ese impacto sostenible. Aún no estamos allí, pero por supuesto se está trabajando en esa dirección porque es la manera de lograr que la sostenibilidad y la economía circular funcionen.
Sobre las relaciones entre el sector privado y el público. ¿Qué peligro tienen las tensiones políticas que estamos viviendo, las obvias y las menos obvias, para interconectar cada vez más estos dos lados de la la sociedad en un modelo de economía circular?
Pues es una parte esencial de la cuestión. En un modelo de economía circular, todos tenemos que ser parte de ella. Compartir está en el seno de este modelo. Eliminar las barreras de todo tipo, políticas, económicas, de regulación es esencial para que el negocio fluya.
Sobre la conexión entre lo público y lo privado. Absolutamente; es algo que tiene que pasar. Ya comenté que la inversión privada en Economía Circular ha crecido mucho. Pero eso provoca automáticamente que crezca también la inversión pública hacia este tipo de sectores y proyectos. La alianza entre lo público y lo privado se puede convertir en un valor, especialmente en esos sectores que tienen que aplicar la descarbonización.
Específicamente sobre el sector del transporte, ¿qué oportunidades tiene en el modelo de Economía Circular?
Creo que el sector del transporte, y especialmente Cabify, son un ejemplo de lo que estamos hablando. Es un nuevo modelo de negocio nacido de una oportunidad tecnológica. El hecho tecnológico aquí es que puedo conocer mi posición en un momento determinado y compartirla con otro. Y eso abrió un nuevo modelo de negocio. Este concepto es muy importante: la digitalización es capaz de crear nuevas palancas y conexiones que habilitan la Economía Circular. Y de ahí ya surgen oportunidades para la sostenibilidad: por ejemplo, la capacidad de optimizar las rutas.
Por último, algún ejemplo de Economía Circular que a nivel personal te inspire.
Realmente, he visto muchísimos. El transporte, del que hemos hablado, es uno de los grandes ejemplos. Otro es que con la gran caída del precio de los paneles solares, los consumidores han podido comprarlos y convertirse en productores de energía, el concepto del que tanto se habla de prosumer: consumir y producir a la vez. Y una vez produzco, ya puedo compartir a una comunidad. Ese es un ejemplo claro de economía circular. Desde el punto de vista de la economía de consumo, este compartir ofrece un cambio de paradigma: el no poseer el objeto, sino usarlo cuando lo necesitamos y cederlo, para su reciclaje o reuso, una vez no lo necesitamos más. No poseo un par de pantalones, sino que poseo la posibilidad de tener pantalones de tal marca. Es decir, ya no poseemos el objeto sino el servicio.