Empresas que apuestan por la circularidad
Hoy en día, parece que las empresas empiezan a ser realmente conscientes de su impacto en el ecosistema, evolucionando desde un modelo lineal hacia una economía cada vez más circular. En este artículo descubrimos 5 empresas que ya trabajan en la circularidad y son ejemplo de best practices del sector.
Hacia un modelo cada vez más circular
En la actualidad, el modelo económico dominante es el Modelo Lineal, es decir, consiste en extraer, producir, consumir y desechar. Este es un modelo agresivo con el medio ambiente y que está destinado a agotar las fuentes de suministro que inician la cadena, tanto materiales como energéticas.
Además, a nivel económico, está sujeto a una alta volatilidad debido a su gran dependencia de esas fuentes, que pueden alcanzar precios muy altos y, en consecuencia, provocar grandes pérdidas económicas. Otro de los mayores problemas del modelo económico lineal, junto a las emisiones de CO₂, es la gestión de residuos.
En el mundo se producen entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de desechos al año, algunos peligrosos; se calcula que el volumen de residuos peligrosos ha crecido un 500% en los últimos años y hasta 28 países tienen un riesgo alto de congestión, entre ellos, México.
Esta es una realidad que el sector privado no puede ignorar. Por una cuestión de simple supervivencia, se están planteando modelos alternativos que nos dirijan hacia una economía más sostenible, descarbonizada y eficiente. Además, estas empresas forman parte de una sociedad que cada vez es más consciente de esa realidad y que está demandado, ya sea desde el poder legislativo o los propios consumidores, que se produzca un cambio real.
Economía circular en las empresas: ¿cómo aplicarla paso a paso?
La economía circular es un modelo de producción y consumo en el que se intenta extender lo máximo posible el ciclo de vida de un producto. Lo que antes se resumía en el concepto de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar, actualmente ha evolucionado a 9 R:
- Rechazar todo lo que no necesitamos
- Reducir el consumo
- Reutilizar o reusar productos
- Reparar todo aquello que sea posible, con el fin de aumentar la vida útil del producto
- Restaurar un producto antiguo para modernizarlo.
- Remanufacturar o reconstruir productos
- Rediseñar con criterios de eco-diseño
- Reciclar
- Recuperar materiales
Las empresas con economía circular impulsan un consumo responsable y evitar la sobreproducción; se alarga la vida útil de un producto lo máximo posible; y, por último, cuando ya no es útil, se desecha en un entorno controlado y recicla para obtener nuevos materiales que sirvan como suministro.
Este modelo funciona con menos recursos y supone la reducción tanto del consumo energético como de los residuos, por lo que su impacto sobre el medio ambiente es más positivo. Debemos tener en cuenta que solo la producción de los materiales que usamos a diario supone el 45% de las emisiones de CO₂ del planeta.
Además de estos beneficios para el medio ambiente, en la web del Parlamento Europeo se señalan otras ventajas de la economía circular como el ahorro de dinero para las empresas, la promoción de la competitividad y la innovación, el crecimiento económico, la generación de empleo, o la mejora en la seguridad de suministro de materias primas.
Cómo funciona la economía circular
La Fundación para la Economía Circular señala que este modelo descansa sobre varios principios que se deben tener en cuenta al aplicar la economía circular a las empresas:
- Eco-concepción: considerar el impacto medioambiental de un producto durante su ciclo de vida y tenerlo en cuenta desde su concepción.
- Ecología industrial y territorial: organización industrial en un mismo territorio que se caracteriza por la optimización de la gestión de stock y de materiales, energía y servicios.
- Economía de la “funcionalidad”: privilegiar la venta de un servicio frente a un bien, el uso frente a la posesión. (Esta propuesta también se conoce como “servitización”)
- Segundo uso, reutilización, reparación, reciclaje.
- Valorización: aprovechar energéticamente los residuos que no puedan reciclarse.
Empresas españolas y latinoamericanas que apuestan por la circularidad
Infinite Athletic
Infinite Athletic es una empresa que contribuye a la circularidad a través de la “prenda infinita”. Se trata de una empresa española que diseña ropa para tenistas a partir de un poliéster 100% reciclado y reciclable que proviene de cordajes de raqueta y de las propias prendas.
Según un estudio de Bcome que mide el impacto de los procesos involucrados en la elaboración de estas prendas, Infinite Athletic aporta un ahorro de agua del 68%, un 60% menos de consumo energético y una reducción del 48% en emisiones de CO₂.
Sorbos
Sorbos fabrica pajitas (también pajillas o bombillas) 100% biodegradables, puesto que son comestibles. Predican lo que han llamado The Eco-Tasting, un “ecologismo cotidiano de pequeños gestos asociado a buenos momentos”.
Además de evitar el uso de plásticos de un solo uso, Sorbos también colabora con diferentes fundaciones y ONG que se dedican al cuidado de los mares, la protección del Amazonas y la promoción de una educación de calidad para niños y jóvenes de Camerún.
Circular Market
Este proyecto nace de la iniciativa de un grupo de profesores e investigadores del equipo de Mejora Sostenible de TECNUN-Universidad de Navarra (España). Circular Market es una plataforma para conectar diferentes empresas para que realicen compras conjuntas y compartan recursos y servicios; esto permite que los desechos y subproductos de una compañía puedan convertirse en la materia prima de otra.
Estas sinergias, que han bautizado como “simbiosis industrial”, no solo reducen el impacto medioambiental de las empresas involucradas, sino que también les permiten importantes ahorros de costes y energía, así como la creación de empleo y oportunidades de negocio.
TriCiclos
Nacida en Chile, pero con presencia en 9 países de Latinoamérica, TriCiclos fue la primera empresa de la región en ser certificada como BCorp.
Esta empresa ofrece soluciones a otras empresas para combatir la generación de residuos, aunque están pensadas para cubrir todas las etapas de la vida del producto, desde su diseño hasta su descarte. TriCiclos realiza desde labores de consultoría para empresas afines a la economía circular hasta la implantación de sistemas y programas de reciclaje, pasando por acciones de entrenamiento y concienciación.
Bio Pappel
Esta empresa nace en Durango (México) en 1975 y es un ejemplo de transformación radical hacia la economía circular. En 2010, se presentan como Bio Pappel y desarrollan su propio modelo de circularidad: la fabricación de productos de papel de alta calidad a partir de materia prima 100% reciclada. En la actualidad producen más de 1.5 millones de toneladas de papel, lo que les convierte en el mayor fabricante de Latinoamérica, y, al mismo tiempo, son el mayor reciclador de papel de la región.
Este Bosque Urbano, como lo llaman, supone un gran aporte a la sostenibilidad medioambiental. Con un sistema basado en la circularidad, salvan más de 10.000 árboles al día y son capaces de capturar 8 veces más carbono del que producen. El reciclaje supone también un importante ahorro energético: mientras que normalmente se necesitan unos 11.600 kWh para producir una tonelada de papel, Bio Pappel solo consume 3.720 kWh por tonelada.
Cabify y la servitización como contribución a la economía circular en empresas
La servitización está emparentada con esa economía de la funcionalidad que privilegia el uso sobre la propiedad y que citamos al hablar de los principios sobre los que se fundamenta la economía circular.
Es la “servitización de la industria”, que pasa del producto al servicio. Se contribuye así a la desmaterialización de la sociedad, lo cual permite una menor dependencia de las materias primas y la reducción de los residuos.
El modelo de negocio de Cabify nace bajo este concepto en el que los clientes buscan soluciones, no productos. Nosotros ofrecemos soluciones de movilidad compartida para particulares, empresas y logística que buscan hacer que las ciudades sean mejores lugares para vivir, y eso solamente se puede lograr poniendo en marcha una estrategia de negocio sostenible que se desarrolla sobre tres pilares: el cuidado del planeta, el bienestar de las personas, y la prosperidad basada en la optimización de los recursos y la eficiencia.