Todo el mundo debería tener las mismas oportunidades, sin importar el género. Por ello, en 2018, junto a Smartick, ofrecimos 1500 becas para que niñas pudieran estudiar matemáticas, reafirmando nuestro compromiso con la diversidad y la igualdad en nuestras ciudades. Niñas como Matilde, Aurelia, Mariel, Emilia y Ana Priscilla no conocen obstáculos a la hora de soñar y tampoco deberían tenerlos a la hora de lograr sus objetivos.
Con motivo del Día Internacional de la Niña, hemos escuchado a algunas de las protagonistas de esta acción.
Aurelia, 8 años, de España, quiere ser todo y mucho más. Su imaginación vuela sin límites. ¿Tatuadora, maquilladora, surfera? ¡Da igual! Lo importante es que ningún estereotipo de género le impida llegar a dónde quiera.
Quiero ser tatuadora, maquilladora y surfera.
La madre de Ana Priscilla, 12 años, de República Dominicana, la inspira cada día y ella también quiere ser un referente para las niñas del futuro.
Quiero ser abogada.
Matilde, 8 años, de Chile, quiere ser robótica y mesera... y no se complica al contar el porqué: le gustan los robots y quiere ayudar a la gente. Y lo de mesera, solo para saber cómo se siente. Así de sencillo y nunca mejor explicado.
Quiero ser robótica y mesera.
La pequeña Mariel, 8 años, de México, duda entre veterinaria, porque le gustan los animales, o maestra. Sabemos lo lejos que puede llegar.
Quiero ser veterinaria o maestra.
Emilia, 8 años, de Ecuador, se ve en 10 años saliendo del colegio y estudiando para ir a una de las mejores universidades del mundo.
Quiero ser científica.
En Cabify, con esta iniciativa, queremos minimizar las barreras de género en la educación y que más mujeres puedan ejercer carreras científicas y tecnológicas, en las que el conocimiento de las matemáticas es fundamental.
Sabemos que la brecha aún es profunda y que esta iniciativa es solo el principio, pero seguimos caminando hacia un futuro más justo e inclusivo.