Así avanza la industria healthcare hacia la descarbonización
Hablar del sector salud, y en este caso de sus avances hacia la descarbonización, es algo complejo, entre otras cosas, por la necesidad de confidencialidad y discreción que requieren sus estrategias. Por ello, resulta especialmente interesante el informe Huella climática del sector de la salud realizado por la organización no gubernamental internacional Health Care Without Harm (HCWH).
Este estudio, que fue publicado en 2019 con datos recabados desde 2014, realiza el análisis más integral hasta el momento de las emisiones atmosféricas del sector de la salud y concluye que en esa fecha, esta industria era responsable del 4,4 % de las emisiones mundiales netas.
La mayor parte de estas emisiones (71%) proceden de la cadena de suministro a través de la producción, el transporte y la disposición de bienes y servicios; seguido de las que emanan directamente de los establecimientos de salud (17%) y de las fuentes de energía comprada, como electricidad, vapor, refrigeración y calefacción (12%).
Si estas emisiones se analizan por sectores, los datos muestran que el del transporte, en el que se incluyen aspectos como los traslados por negocios, el transporte operacional o la logística de la cadena de suministro, es responsable del 7% de ellas.
HCWH en otro de sus informes, Hoja de ruta mundial para la descarbonización de la industria healthcare, identifica siete acciones que deberían llevarse a cabo para lograr la reducción de las emisiones de CO2 en esta industria. A saber: dotarla de energía 100% renovable, invertir en edificios e infraestructuras que garanticen las cero emisiones, realizar la transición hacia un transporte eficiente; proporcionar alimentos sanos y cultivados de forma sostenible y apoyar una agricultura que se adapte al clima; incentivar la producción de fármacos con baja huella de carbono; implementar la economía circular y una gestión de residuos sostenible; y mejorar la eficiencia de los sistemas de salud.
Empresas como la aseguradora Sanitas, los hospitales de Quirónsalud, el operador logístico Novofarma o la farmacéutica Almirall ya trabajan en ello.
EL ONE HEALTH DE SANITAS
En Sanitas defienden que cuidar el planeta es cuidar la salud de las personas, ese One Health (Una Salud) que promueve la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por ello, trabajan para reducir sus emisiones de CO2 y entre las iniciativas implementadas para conseguirlo se encuentra la apuesta por una economía circular.
En su Informe Anual 2021, además de poner sobre la mesa su gestión responsable de residuos y el “control pormenorizado de los residuos biosanitarios que produce nuestra actividad asistencial para segregarlos correctamente”, destacan dos proyectos en los que ya están trabajando.
Por un lado, a finales de 2021, Sanitas puso en marcha un proyecto piloto para reciclar mascarillas higiénicas, quirúrgicas y FPP2 en 20 clínicas dentales de Madrid y Barcelona y en las sedes de Sanitas en Madrid. La iniciativa pasa por la colocación en estos enclaves de contenedores en los que cualquier persona puede deshacerse de sus mascarillas usadas.
Se estima que anualmente se recogerán unas 100.000 mascarillas, con lo que se verterán 90 kilos menos de residuos plásticos y se utilizarán 90 kilos menos de combustible fósil, logrando un ahorro de más de 200 kilos de CO2 emitidos a la atmósfera.
Para ello, se someterá a estas mascarillas “a un proceso patentado de pirólisis avanzada para transformarse en productos de alto valor añadido para ser reutilizados en el sector industrial y el transporte”, explican en la nota de prensa del proyecto. Esto se llevará a cabo junto con Recicla Mascarillas, un programa de economía circular promovido por Orka Residuos y Nantek.
Por otro lado, la compañía también está avanzando en transformar sus uniformes en prendas de menor impacto ambiental. De ello se está encargando Circoolar, la startup española que ha ganado la primera edición de Eco-Disruptive, el programa internacional de talento e innovación convocado por Bupa (matriz de Sanitas). Ganar este programa implica que Bupa invertirá en Circoolar para que continúe desarrollando su proyecto piloto.
Lo que la startup hace es fabricar uniformes éticos y sostenibles mediante la transformación de botellas de plástico en tejido. Cada uno de los uniformes que producen permite la reutilización de 18 botellas de plástico y están diseñados para no generar residuos. Datos a tener en cuenta si pensamos que solo en España Sanitas utiliza más de 50.000 prendas de uniforme al año. Además, estas prendas que produce Circoolar están confeccionadas por mujeres en riesgo de exclusión social.
LA MEJORA CONSTANTE DE LOS HOSPITALES QUIRÓNSALUD
Teniendo en cuenta que los hospitales son edificios que permanecen abiertos y en funcionamiento las 24 horas de los 365 días del año y que lo hacen requiriendo condiciones especiales de climatización y de renovación de aire para el confort y seguridad de los pacientes, la eficiencia energética se convierte en una prioridad para Quirónsalud.
Ejemplo de ello es el Proyecto de Sostenibilidad y Eficiencia Energética que la compañía ya implementa en sus hospitales de Extremadura. El plan consta de diferentes medidas, algunas de las cuales ya han sido adoptadas, otras están en fase de implantación y el resto en estudio.
Así, en el hospital Quirónsalud Clideba se ha disminuido el caudal de impulsión de aire al mínimo necesario para garantizar el cumplimiento de la calidad ambiental, se ha establecido una ronda de apagado de fancoils, se ha instalado la iluminación por LEDs y se ha reducido la temperatura de consigna en modo invierno y aumentado la de modo verano. Quirónsalud calcula que con estas medidas ha disminuido el consumo eléctrico durante el primer trimestre de 2022 en casi un 5% respecto al mismo período de 2021.
Actualmente, se encuentran en la fase de instalación de relojes en cuadros eléctricos para forzar el apagado de fancoils y equipos autónomos, y también de detectores de presencia en aseos. Además, están sectorizando la iluminación en zonas comunes para adaptarla según horarios y aforos. De cara al futuro, estudian la instalación de placas de energía solar térmica en apoyo a las calderas de agua corriente sanitaria, de placas de energía solar fotovoltaica para reducir el consumo eléctrico y de calderas de condensación; también están valorando la sustitución de enfriadoras por otras de mayor rendimiento y eficiencia energética y el cambio de modelo de suministro eléctrico por otro tipo ESE (ahorros compartidos, pago por consumo).
LAS ENTREGAS SOSTENIBLES DE NOVOFARMA
El sector transporte es responsable del 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la industria healthcare por lo que avanzar hacia formas de distribución más eficientes y que utilicen energías limpias resulta fundamental para la descarbonización. En ello está Novofarma, el operador logístico chileno especializado en la industria farmacéutica que ofrece, entre otros, soluciones de almacenamiento, preparación y distribución.
La compañía ha comenzado a apostar por la electromovilidad con la incorporación en febrero de este año de dos vehículos 100% eléctricos a su flota. Se trata de dos furgonetas Maxus EV30 para reparto de última milla que permiten una carga de hasta 1.000 kilos y una autonomía de más de 200 kilómetros gracias a que están construidas en chasis de aluminio y paneles de plásticos y resina.
La reducción de las emisiones de CO2 que supondrá su utilización se complementa con otras iniciativas que aumentan la eficiencia en la entrega como el uso del sistema PCM (Phase Change Material) para pedidos fríos. Está compuesto por neveras y placas que mantienen la temperatura entre 4°C y 5°C durante más tiempo (unas 40 horas) que otras opciones empleadas en logística (en torno a las 20 horas). Se trata, además, de una alternativa reutilizable ya que estas neveras y placas se devuelven en el mismo momento de la entrega, cosa que no ocurre con las cajas de poliestireno y los gel packs tradicionales. Esto le ha permitido a Novofarma disminuir sus residuos anuales en 110.000 de estas cajas y 270.000 gel packs.
Según el informe Hoja de ruta mundial para la descarbonización de la industria healthcare, durante los próximos 30 años, las emisiones de CO2 de esta industria pueden reducirse en, al menos, 1,6Gt cambiando procesos y prácticas relacionadas con el transporte.
“A medida que avanza la innovación tecnológica, los sistemas de asistencia sanitaria podrán adquirir cada vez más vehículos eléctricos y/o de hidrógeno e infraestructuras como estaciones de carga in situ. En algunos casos, las bicicletas, las bicicletas eléctricas o las motos podrían ser más eficaces para prestar el servicio requerido debido a la congestión del tráfico o al acceso limitado por carretera. El poder económico y la influencia política de la industria healthcare pueden ayudar a acelerar la transformación que necesita el mercado para crear economías de escala y hacer que estos modos de transporte limpio sean accesibles universalmente, reduciendo así la carga global de enfermedades provocadas por la contaminación atmosférica relacionada con el transporte y el cambio climático”, resumen en este estudio.
EL NOBLE PROPÓSITO DE ALMIRALL
Enfocada en la salud de la piel, la farmacéutica Almirall lleva más de 75 años mejorando la vida de las personas gracias a su inversión continuada en I+D. En 2019, le pusieron nombre a esto, el Noble Purpose o Propósito Noble, y lo definieron en una frase: “Transformar el mundo de los pacientes ayudándoles a cumplir su sueño de tener una vida sana”.
Son conscientes de que esa vida sana está íntimamente ligada a la salud del planeta que habitamos. De ahí que para el período 2021-2023 cuenten con un plan ESG (Medioambiente, Social y Gobierno Corporativo) compuesto por 15 iniciativas orientadas a que la compañía contribuya a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
“Este plan se centra en la reducción de la huella de carbono global, la maximización de nuestra energía renovable y la reducción del consumo de energía en todo el modelo de negocio a través de una gestión eficiente de la energía”, explican en su Informe Anual 2021.
Así, para disminuir su huella de carbono global, Almirall se había marcado el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) un 21% para 2025. En enero de 2021, ya habían logrado una reducción del 34% en el período comprendido entre 2014 y 2020, superando en un 13% su objetivo.
Lo de ser eficientes energéticamente hablando no es algo nuevo para la compañía. Almirall lleva desde 2011 desarrollando proyectos que le han permitido reducir su consumo de electricidad y de gas un 23% con los mismos niveles de producción y actividad. En 2017, equipó sus instalaciones de Sant Celoni con paneles solares y en 2019 hizo lo mismo en las de Sant Andreu de la Barca, ambas localidades situadas en la provincia de Barcelona. Además, toda la electricidad que consumen sus centros de España y Alemania procede de fuentes renovables. Las instalaciones españolas recibieron la certificación ISO 50001 (relativa a la mejora del desempeño energético) en 2013, mientras que las alemanas lo hicieron en 2016.
En esa misma línea, la empresa construirá una planta fotovoltaica en el centro de I+D de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona) este 2022. En 2023, lo hará en sus instalaciones alemanas de ReinBek.
A juzgar por las cifras, en Almirall saben lo que se hacen. Y es que, según los datos de su Informe Anual 2021, la empresa emitió 11.450 toneladas de CO2 de Alcance 1 y 2 (criterio de localización), un 10% menos que en 2020; gracias a sus iniciativas de economía circular gestionó 5.390 toneladas de residuos, un 4% menos que en 2020; y el consumo de electricidad se redujo un 5 % respecto a 2020.
Almirall, Sanitas y Quirónsalud son solo tres ejemplos de empresas que ya están en la senda de cumplir con lo que apunta la consultora Llorente y Cuenca en su informe Tendencias salud 2022: “Uno de los principales retos es abordar el cambio climático y su impacto en la salud. Tanto desde el punto de vista de la prevención de enfermedades, como desde el papel activo que deben tomar las empresas del sector y los sistemas sanitarios para trabajar en la reducción de las emisiones de CO2 y la huella ambiental de sus actividades”.