Bogotá y su revolución verde
La capital de Colombia, reconocida este 2021 como Ciudad Arbolada por Naciones Unidas, pone en marcha un sinfín de iniciativas destinadas a mejorar su perfil ecológico
Bogotá quiere respirar. La ciudad, bajo la alcaldía de Claudia López, ha iniciado una revolución verde tremendamente ambiciosa que ya ha dado frutos concretos. Uno de ellos es la inclusión de la urbe como Tree City of the World (Ciudad Arbolada del Mundo), el programa de Naciones Unidas —a través de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y Arbor Day Foundation—. “De esta forma, se suma a las 120 ciudades de 65 países que ostentan esta membresía y reafirma su compromiso con el arbolado urbano y el mejoramiento de las coberturas verdes en un contexto global”, aclara el Jardín Botánico José Celestino Mutis a Cabify, una de las instituciones clave en el despliegue de la estrategia de reverdecimiento de la ciudad.
Reverdecer tiene mucho que ver con respirar y los pulmones de una ciudad son sus parques y alamedas. Es por eso que uno de los puntales del plan de desarrollo Nuevo Contrato Social y Ambiental para la Bogotá del Siglo XXI, impulsado por la alcaldesa Claudia López, es la plantación de 800.000 árboles en la ciudad. “A la fecha, se han plantado por parte del Jardín Botánico 69.985 árboles de los cuales, 17.229 están distribuidos en las 19 localidades urbanas y 50.493 más en suelo rural, particularmente con fines de restauración y recuperación ecológica de las denominadas fronteras verdes de la ciudad”, afirman desde el Jardín Botánico de Bogotá, la entidad encargada de la gestión integral del arbolado urbano y rural de la ciudad.
La gestión de esta masa de arbolado es un cóctel de tecnología. “El reverdecimiento de Bogotá también tiene un componente innovador que se focaliza en la herramienta denominada SIGAU (Sistema de Gestión y Administración del Arbolado Urbano), la cual reporta en tiempo real las plantaciones en la Capital, realizadas por las diferentes entidades con competencia en el arbolado de la ciudad”, indican desde el Jardín Botánico. A través del portal web de la entidad se puede explorar las labores de reverdecimiento con un detallado mapa inteligente plagado de datos que indica, barrio a barrio, el estado de sus pulmones vegetales.
La movilidad es otra de las claves de este planteamiento ecológico para la metrópoli. Desde enero de este 2021, 126 buses eléctricos comenzaron a operar en la localidad de Fontibón, suponiendo la movilización de más de 300.000 usuarios. Los autocares, con 80 plazas cada uno, están dotados de una amplia oferta tecnológica para confort y seguridad de sus usuarios: puertos USB para los dispositivos móviles, un circuito cerrado de cámaras para blindar la seguridad de los viajeros, una conexión al sistema de alerta de emergencias de la central en tiempo real o una cámara inteligente que detecta los comportamientos del conductor son algunas de las capacidades incluidas en esta flota. El apostar por la movilidad eléctrica se alinea con los objetivos de Cabify, que apuesta por el compromiso de emisiones 0. “Mantenemos, además, la determinación de contar con una flota 100% eléctrica en España en 2025 y en Latinoamérica en 2030”, indica Cabify.
Pero reverdecer no es solo una cuestión de aumentar la superficie verde de una ciudad o disminuir el impacto ecológico de su movilidad. Es también una oportunidad para moldear, a mejor, su sociedad. Hasta la pandemia del COVID-19 ha servido como acicate: “Como una aprovechable coincidencia, la pandemia ha puesto en el centro del interés de la Administración Distrital a la población vulnerable, entre la cual se encuentran las mujeres en condición de víctimas o madres cabeza de hogar, con quienes se viene implementando un programa denominado ‘Mujeres que reverdecen’, a través del cual, durante un período de 6 meses que inician en el mes de octubre de 2021, se conformará un equipo de 5.000 mil mujeres, mil de las cuales serán formadas, capacitadas y beneficiadas de manera directa por el Jardín Botánico, en líneas de intervención de coberturas vegetales tales como producción de en vivero de 30.000 nuevas plantas, plantación y replante, jardinería y mantenimiento de jardines en las 20 localidades de Bogotá”, destacan desde el jardín botánico.
Carbonero, caucho sabanero, chicalá amarillo o guayacán manizales son algunos de los 20 bellos nombres de los árboles que reverdecerán Bogotá con su ambicioso plan de reforestación. A él contribuye también Cabify, que anunció el pasado 20 de abril (Día internacional de la Tierra) la donación de un 1% de lo recaudado en todos los viajes en Colombia a la conservación y defensa de la Reserva Forestal de los Cerros Orientales de Bogotá. Porque los pulmones de una ciudad son el futuro de quienes la habitan.