Cinco beneficios de recrear la naturaleza en espacios de trabajo
“Desde 2007, más de la mitad de la población mundial ha estado viviendo en ciudades, y se espera que dicha cantidad aumente hasta el 60 % para 2030”. Los datos son de Naciones Unidas y sirven para poner en cifras la realidad de las grandes urbes, construidas a base de un asfalto y de un hormigón que han restado protagonismo al verde de la naturaleza.
De hecho, entre las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible está la de “de aquí a 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros”. Porque estar en contacto con la naturaleza sienta bien. Entre otras cosas, nos ayuda a desconectar y a bajar revoluciones.
Ahora bien, ¿qué ocurre cuando nos pasamos un mínimo de ocho horas al día en el interior de una oficina y el resto de la jornada se nos va en los trayectos de casa al trabajo y del trabajo a casa? Ese contacto se vuelve prácticamente imposible, hace que se agudice el ingenio y que aparezcan soluciones con nombres como el de diseño biofílico.
El diseño biofílico “es aquel que busca que los espacios vuelvan a fundirse con la naturaleza, y evocar las mismas sensaciones que tenía el ser humano cuando vivía en ella”, resumen en la página web de la Escuela Superior de Diseño de Barcelona. “Aplicando los principios de este tipo de diseño, los espacios interiores consiguen generar dicha conexión con la naturaleza”. O lo que es lo mismo: si no podemos ir a la naturaleza que venga ella a nosotros.
Y es que, “reconectar a las personas de nuevo con la naturaleza en ambientes construidos mejora el bienestar y la productividad”, según se desprende del informe El impacto mundial del diseño biofílico en el lugar de trabajo, realizado por Human Spaces, una plataforma que nace de la motivación de crear espacios que sirvan a las personas.
Esta investigación es el resultado de realizar encuestas online a 7.600 trabajadores de 16 países, empleados en diferentes puestos y sectores. Distribuidos entre Reino Unido, Francia, Alemania, Países Bajos, España, Suecia, Dinamarca, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Australia, Filipinas, India, China e Indonesia, un 58% de los entrevistados tenía edades comprendidas entre los 25 y los 44 años y el 40% pasaba entre 40 y 49 horas semanales trabajando.
En concreto, este estudio analizó la relación que hay entre el bienestar psicológico de los trabajadores y el lugar en el que desarrollan su actividad. Spoiler: recrear la naturaleza en nuestros espacios de trabajo, ya sean presenciales en una oficina o en nuestra casa, tiene beneficios.
- Mejora el bienestar de los empleados. Así lo indica este estudio, donde los encuestados indicaron que su percepción de bienestar aumentaba en un 15% cuando trabajaban en entornos que incorporaban elementos naturales frente a cuando lo hacían en lugares que no les proporcionaban esa conexión con la naturaleza. A ello contribuyen aspectos tan sencillos como tener ventanas con vistas a un parque o una zona ajardinada, acudir a oficinas decoradas con colores como el verde, el azul o el marrón que nos retrotraen a dicha naturaleza; la iluminación natural; y el contar con plantas vivas o detalles hídricos.
- Disminuye la ansiedad y el estrés. De acuerdo con el citado estudio, el 15% de los encuestados reconoció sentirse feliz cuando entraba en un espacio de trabajo con elementos naturales y el 32% dijo sentirse inspirado. Es más, ahondando en la cuestión, esta investigación subraya que el no tener ventanas con vistas a zonas verdes o el uso de tonos grises en los entornos de trabajo tienen un impacto negativo en estos niveles de estrés de los trabajadores. Y es que, la naturaleza nos sienta bien. “Es posible medir respuestas físicas directas en el ritmo cardíaco, la presión sanguínea y a través de los niveles de cortisol, la hormona del estrés”. Y sí, lo ideal sería tener contacto con ella, pero si no es posible, diferentes estudios ya han indicado que tenerlo con elementos que nos recuerdan a ella o nos la acercan también sirve. Plantas de interior, colores, fotografías e, incluso, sonidos, aromas o texturas pueden ponerse al servicio de reducir este estrés.
- Mejora las funciones cognitivas. En psicología existe lo que se conoce como la teoría de la Restauración de la atención, que asegura que cuando vemos la naturaleza se estimula una parte de nuestro cerebro diferente a la que utilizamos para mantener una atención elevada. De esta forma, se considera que un entorno laboral con elementos naturales contribuye a crear un ambiente más tranquilo y sosegado, con menos distractores, lo que ayuda a que la fatiga mental sea menor cuando procesamos información, necesitemos menos recuperación y, por consiguiente, no se vea mermada nuestra capacidad mental.
- Aumenta la productividad. En este punto hay que tener en cuenta que en la productividad de un trabajador influye su situación personal, pero, dejando estos aspectos a un lado, el estudio sobre El impacto mundial del diseño biofílico en el lugar de trabajo detectó que ésta aumenta un 6% entre los empleados en cuyo entorno laboral se pueden encontrar elementos vegetales e iluminación natural. Este porcentaje subiría hasta el 15% si lo que se consulta es el informe Los beneficios relativos de espacios verdes versus espacios de oficina austeros: tres experimentos de campo realizado por investigadores de universidades de Reino Unido y Australia. En ella concluyen que esta cifra es posible alcanzarla con solo dotar de plantas un espacio previamente desangelado.
- Contribuye a la creatividad. Que nos inspira trabajar en lugares cuidados, con luz y un toquecito de naturaleza es un hecho que queda patente cuando uno se pasea por los stories de esos contactos de Instagram que no dudan en publicar imágenes de los paisajes ante los cuales trabajan cada cierto tiempo. El copy ‘My office today’ deja claro el lujo que esa situación supone. Por si necesitáramos alguna prueba más, el informe El impacto mundial del diseño biofílico en el lugar de trabajo lo indica claramente: “la creatividad de un trabajador puede estar fuertemente influenciada por el ambiente que lo rodea y la presencia de elementos naturales”. Tanto es así, que los encuestados reconocieron que cuando trabajan en ambientes donde es posible encontrar luz natural y plantas vivas sus niveles de creatividad aumentaron en un 15% respecto a trabajar en entornos desprovistos de estos elementos.
A pesar de estos beneficios, el estudio reveló que un 47% de los empleados preguntados no cuentan con luz natural en su lugar de trabajo y un 58% no disponen de plantas vivas.
Dar ese primer paso para utilizar la naturaleza en la construcción de ambientes de trabajo más amables y que favorezcan el bienestar de quienes los ocupan es sencillo. No, no es necesario lanzarse a la piscina y construir un jardín vertical o vestir de piedra los muros de la oficina. Con algún que otro gesto, las diferencias se dejan notar: una pequeña planta en nuestra mesa; colgar fotografías de paisajes, animales o flores; redistribuir las mesas para aprovechar la luz natural y favorecer una buena ventilación son ejemplos de por dónde podemos empezar.
Cabify, con su objetivo de hacer de las ciudades lugares más humanos, cercanos y mejores para vivir, facilita los desplazamientos de quienes viven en ellas, al tiempo que, comprometidos con el medio ambiente, compensan la huella de carbono de cada uno de sus viajes y ya trabajan para que toda su flota de vehículos sea eléctrica de aquí a 2030.