Las ciudades están llenas de historias fascinantes. Y muchas de ellas ocurren, por supuesto, dentro de un Cabify. Cada viaje y cada pasajero es una historia en sí, en la cual tú eres un espectador privilegiado o incluso el propio protagonista.
A continuación te mostramos unos ‘Momentos Cabify’ de algunos socios y socias, varios ejemplos de historias divertidas o memorables que han vivido mientras estaban en servicio. ¡Y contadas por ellos y ellas! ¡Allá van!
Empezamos con Fernando, de Brasil, un amante de la música. Era un día tranquilo cuando de repente se subieron en su vehículo 4 personas que le sonaban (nunca mejor dicho) de algo...
En mi viaje más memorable me detuve en la puerta del cliente. 4 hermosas morenas entraron en el vehículo y charlaron alegremente y relajadas.... cuando observé por el espejo retrovisor vi que era el grupo... ¡Fat Family! Cuando les pregunté, nervioso, si efectivamente eran Fat Family, me abrazaron humildemente, me cantaron varias canciones… ¡y se sacaron varias fotos conmigo! Estaba muy contento, porque he cantado muchas veces las canciones del grupo sin saber que algún día me lo encontraría en mi propio coche. Sólo Cabify puede darme esa sorpresa. ¡Gracias!
¡Gracias a ti, Fernando, por contarnos esta historia! Por cierto, para las personas que no lo sepan, Fat Family es un grupo brasileño muy conocido que canta música gospel y soul.
Y ahora viajamos hasta Colombia. Josué Daniel se encontró, ni más ni menos, que con una antigua compañera. El final te sorprenderá. Nos lo cuenta él mismo:
En meses pasados gracias a Cabify me reencontré con un amor que no pudo ser, una chica de la secundaria que luego de muchos años volví a ver. Ella tomó el servicio y... bueno, el destino nos unió nuevamente y creo que muy pronto nos casaremos 😘😍😍😍
¡Lo que ha unido Cabify, que no lo separe nadie!
Desde México, Isabel nos cuenta la experiencia que tuvo con un pequeño y peludo pasajero:
Recuerdo muy bien que le dí servicio a una persona que me llamó para decirme que si podía llevar un perrito en el vehículo, que no ensuciaría y que era muy tranquilo. Pues el perrito resultó ser todo lo contrario a lo que dijo su dueña, ¡jajajajaja! Ya en el trayecto el perrito estaba nervioso y ladraba porque quería estar acostado en el piso del asiento delantero del copiloto… ¡y hasta que no se fue ahí no paró de quejarse! Realmente fue increíble lo que el animal ladraba y pedía hasta que finalmente consiguió su propósito.
Por supuesto, el perrito viajó en un transportín. Y nos alegra que Isabel haya compartido esta historia, porque en Cabify somos muy amigos de los animales… ¡incluso de los perros nerviosos que solo quieren ir en el asiento delantero!
Y ahora vamos a la última historia, la que nos cuenta David, de España. Se trata de una experiencia que no olvidarán ni él, ni los 2+1 pasajeros que llevó.
Lleve a un matrimonio al hospital 12 de octubre de Madrid. La señora estaba de parto. Yo iba nervioso y emocionado, fui lo más rápido posible,aunque respetando las normas. Al dejarlos, la mujer quiso darme dos besos y el marido estrecharme la mano. Me despedí deseando la mejor de las suertes y mi enhorabuena. Fue emotivo y bonito. Yo ayude con la rapidez del servicio a que llegaran bien y a tiempo. Estuve un rato desconectado porque seguía emocionado. Gran experiencia.
¡Wow! Se nos han puesto los pelos de punta de la emoción al leer la historia que nos cuenta David. ¡Muchas gracias por tu profesionalidad y buen hacer en un momento tan importante!
Esto son solo cuatro ejemplos de cientos y cientos de historias que pasan a bordo de un Cabify. ¡Muy pronto compartiremos por aquí muchas más!